Es la única alternativa del Banco Central para evitar una gran depresión producto de la paralización de la economía por el coronavirus.
Con una recesión que empieza a hacer estragos en la economía por la paralización de la actividad como prevención del coronavirus, el Banco Central realizó un emisión monetaria récord en marzo de 596.962 millones de pesos. A partir de esto, la base monetaria se incremento un 34,7% en apenas un mes, lo que, contemplando una inflación del 2,7% (el estimativo de las consultoras privadas para marzo) representa un aumento en términos reales del 31,1%. Todo este dinero comenzó a volcarse en las últimas horas al consumo, principalmente a partir de los pagos a jubilados, pensionados y titulares de asignaciones de la Anses que realizan los bancos, que ante la enorme concurrencia de clientes también estarán abiertos el fin de semana. Más allá de las concepciones tradicionales en contra de la emisión desmedida, en esta ocasión hubo coincidencia en que, ante el panorama actual, la única forma de paliar la crisis era la inyección de liquidez, sobre todo cuando las provincias analizaban la impresión de cuasimonedas. Sobre este récord de emisión, de los 596.962 millones de pesos impresos, 125.000 millones fueron al Tesoro para financiar el paquete fiscal por la vía de los adelantos transitorios. A ese número hay que sumarle 60.000 millones de transferencias de utilidades. "Pero la mitad del total, 304.421 millones, corresponde a pesos que fueron a los bancos por la decisión del BCRA de limitar la tenencia de Leliq para impulsarlos a ofrecer los anunciados créditos a tasas del 24% para aliviar a las pyme", informó la entidad monetaria.
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