El silencio a gritos que golpea las puertas de nuestros gobernantes es ensordecedor. La pobreza extrema se ha instalado en la sociedad y son los mas debiles los que la sufren y la padecen. No todo es color de rosa en el pueblo. No todo es selfie. Hay un gran numero de personitas que estan sufriendo y mucho.los mas débiles.
No es política, no es campaña( como estan acostumbrados a decir como excusas por sus actos corruptos e inmorales) es mera realidad. Casi 40 años de políticas equívocas, de supuesta inclusión, de injusticia social. 40 años de DOLCISMO hoy reflejan una realidad en Las Garcitas: aumento exponencial de los comedores comunitarios y aceleracion de intervenciones de la UPI (unidad de proteccion integral), demuestran a las claras que las políticas implementadas hasta el momento nos conducen al desastre. Las garcitas, donde casi todos los dias los niños son arrancados de sus familias por falta de recursos, extrema pobreza, indigencia explícita. Un cóctel que se transforma en violencias, dolor y muchas lágrimas.
Tanto el Las Garcitas como en Colonias Unidas hace unos 4 o 5 años comenzaron a aparecer los merenderos, hoy existen 4 o 5 en cada lugar ya que los comedores comunitarios del "estado presente" se vieron desbordados. Resultados de politicas de procreacion financiera con planes sociales como unico sosten familiar, resultados de un estado educativo ausente en su totalidad, de un estado sanitario nulo, transformado en una sucursal de envío de paquetes a hospitales cercanos y que en realidad funcionan como centro de facturacion por deribaciones. Resultados de politicas nefastas que corrompen el futuro.
El Estado hoy se hace presente como organismos de control destruyendo familias y exigiendo condiciones perdidas cuyos causantes fueron esas politicas de ese mismo estado que llevó a empobrecerlos. Someterlos. Y sacando hasta la dignidad de las personas.
El crecimiento de la indigencia es extremo y es notorio. Hay muchisimas familias sufriendo. Muchisimos niños llorando por ser arrancados de su núcleo familiar. Es hora de pensar en las generaciones venideras y los intendentes, esos que necesitan esos votos, es hora que despierten. Que lean. Porque están vendiendo el futuro de estos lugares por un precio demasiado insignificante.
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